Amazon abrirá el próximo año la primera tienda física sin cajas, sin colas, sin esperas y, claro, sin empleados. La pregunta que nos asalta es ¿crea la nueva economía empleo?
La tecnología destruye empleo. Cuando una máquina desempeña
con un nivel experto una tarea que antes solo podía hacer un humano, pronto el
humano será sustituido. La máquina seguirá progresando y finalmente el humano
solo volverá a realizar esa tarea por nostalgia, pero nunca por productividad.
Las empresas buscan la productividad y el beneficio. Al
comprar un equipamiento tienen dos objetivos: hacer más de lo que hacían, por
ejemplo, procesar más datos, conocer mejor el negocio y vender más, y reducir
costes. Y el primer coste a reducir es el laboral. Entendida la productividad
como producto o servicio final dividido entre número de empleados, la
productividad siempre aumenta cuando introducimos máquinas. Cuando el número de
empleados es cero ¿la productividad es infinita?
La teoría economía clásica afirma que la tecnología destruye
empleo en un sector pero lo crea en otros. Hace dos siglos el 90% de la
población trabajaba en el campo. Hoy solo lo hace el 2% que es capaz de
alimentar al resto de la población con una enorme productividad. El empleo se
desplazó de la agricultura a la industria y, después, de esta a los servicios.
Cuando las nuevas máquinas sustituyan masivamente a los empleados humanos,
¿seguirán creándose empleos en otros sectores? ¿En qué sectores? ¿Serán
suficientes para amortizar la destrucción de empleo?
Amazon es una de las empresas más exitosas de nuestro
tiempo. Comenzó vendiendo libros online, continuó vendiendo todo tipo de
artículos online, dominó y cambió el sector de la distribución: todos los
competidores comprendieron que había que vender online o desaparecer. ¿Es
Amazon un creador de esos nuevos empleos de los que hablamos? Se dice que por
cada empleo que crea Amazon se destruyen cuatro en la economía tradicional. En
buena medida porque Amazon es líder en el empleo de robots que desarrollan la
mayoría del trabajo en sus automatizadas fábricas.
Amazon Go es el siguiente paso de Amazon, además de la
tienda virtual la tienda física. El gigante de la distribución acaba de
anunciar que en 2017 abrirá su primera tienda. La novedad es que no tiene
cajeros. El cliente entra con la app del su móvil, coge lo que quiere de los
estantes y lo devuelve si cambia de opinión mientras la app va registrando sus
compras. Cuando está satisfecho, simplemente sale de la tienda y la app le
apunta la compra en su cuenta. Sin colas, sin cajas, sin cajeros. Para lograr
tamaño prodigio, Amazon usa tecnología puntera en los campos de visión
artificial, fusión de datos y aprendizaje profundo. Una serie de cámaras y
sensores siguen al cliente por la tienda y registran sus movimientos. Amazon
llama a esta tecnología Just Walk Out (Solo salga).
Aún no está todo claro acerca de Amazon Go. La automatización no es total: la
reposición de las mercancías las hacen personas y hay que saber cómo lucharán
contra los robos. Pero parece que los problemas que puedan surgir se subsanarán
y el futuro de las tiendas físicas cambiará para siempre.
Pero Amazon no es siquiera el ejemplo más extremo de la
escuálida creación de empleo por parte de la nueva economía. Cuando Facebook
compró en 2014 Whatsapp, la empresa de mensajería enviaba 50.000 millones de
mensajes diarios a 450 millones de usuarios en el mundo. Esta gigantesca
empresa tenía ¡cincuenta empleados!
Parece muy dudoso que la tecnología genere empleo en la
misma medida que lo destruye como los casos de Amazon Go y Whatsapp evidencian.
Aunque ha tardado en llegar es algo que predijo en 1930, en medio de la Gran
Depresión, John Maynard Keynes que pronunció una conferencia en Madrid titulada
Las posibilidades económicas de nuestros
nietos. Entonces habló del desempleo tecnológico y la semana con días de
tres horas de trabajo.
La tecnificación y el fin del trabajo traen otras muchas preguntas.
¿Para qué trabajar? ¿Aumenta la desigualdad? ¿Viviremos en un mundo más
abundante? ¿Necesitaremos una herramienta redistributiva como la renta básica
universal? ¿Qué hacer con nuestro ocio? ¿Cómo educarnos para un mundo nuevo?
Son todo cuestiones apasionantes a las que he tratado
de dar respuesta en mi libro UNA
MIRADA AL FUTURO. Inteligencia artificial, abundancia, empleo y sociedad y
sobre las que es ineludible reflexionar. Publicado en bez